Miguel Barbachano gobernante de Yucatán, decretó la reincorporación de la península a la federación mexicana.
La crisis generada por la Guerra de Castas entre mayas y mestizos obligó al gobierno yucateco a pedir ayuda militar al gobierno mexicano, aún a costa de su soberanía, a cambio de la reincorporación de Yucatán.
